Hay personas dotadas y hay otras. Cate Blanchett está convencida de formar parte de la segunda categoría, de aquellos que, por no tener un talento particular, y menos una genialidad, deben trabajar intensamente, laboriosamente. Esta impresión, ella no se ofende y la afronta con serenidad. Y, por efecto espejo, le apasionan las personas superdotadas. Porque son mejores que ella, a sus ojos, capaces de darle una lección provechosa, y también son más frágiles.
Eso es lo que le llama la atención cuando recuerda su personaje de Lydia Tár, la directora de una gran orquesta sinfónica alemana, en el apogeo de su carrera, en plena preparación de un esperado concierto de la 5mi Sinfonía de Gustav Mahler. Para interpretar el papel principal de El asfalto, En la nueva película de Todd Field (en cines el 25 de enero), la actriz australiana imaginó, como es habitual, elementos biográficos ausentes del guión. Detalles, visibles solo para ella, que siempre anota en una hoja de papel. Como para materializar su obra, ya que, para Cate Blanchett, actuar es ante todo escribir.
Cuando la entrevistamos, también saca una hoja de papel para repasar su carrera. Como si eso la tranquilizara y atestiguara su intenso trabajo. Una amplia sonrisa aparece en el rostro de la estrella de El curioso caso de Benjamin Button (2008), de David Fincher, o Villancico (2015), de Todd Haynes. Al igual que estos papeles significativos que encarnó, construyó el que interpretó frente a la cámara de Todd Field como una casa, con pisos y contratiempos ocultos. Por supuesto, el personaje de Lydia Tar es primero fruto de la imaginación del director y guionista estadounidense, pero su intérprete lo ha refinado y refinado.
El refinamiento del detalle
En el ecosistema de las estrellas de Hollywood, Cate Blanchett ocupa el lugar antaño evolucionado a Meryl Streep, el de una gran actriz capaz de interpretarlo todo. Su carrera en la pantalla grande, pero también en el escenario, una vez dirigió junto a su esposo, el director Andrew Upton, la Compañía de Teatro de Sydney, lo demuestra.
Los numerosos elogios obtenidos a lo largo de los años: Oscar a la mejor actriz de reparto (Aviador, de Martin Scorsese, 2004), y Mejor Actriz (azul Jazmín, de Woody Allen, 2013), doble premio de interpretación en el Festival de Cine de Venecia (No estoy aquí, por Todd Haynes, 2007, y El asfalto), Globo de Oro por sus actuaciones en Isabel (1998), de Shekhar Kapur, No estoy aquí, azul Jazmín y El asfalto – llegó a cimentar su condición de actriz reconocida por sus pares.
Te queda el 84,22% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.
