“La India es más grande que el mundo”hace decir a jorge Luis Borges a uno de sus personajes, en la colección de cuentos El Aleph (Gallimard, 1977). Esta afirmación, un tanto enigmática, pero muy al estilo del escritor argentino aficionado a los cambios entre lo real y lo imaginario, podría estar haciéndose realidad ante nuestros ojos. India ha adquirido ahora una dimensión diplomática y estratégica global, lo que la convierte en un actor imprescindible y necesario. Especialmente en el espacio del Indo-Pacífico, pero también más allá.
Porque si la India es quizás «más grande que el mundo», en el sentido de que, en virtud de su tamaño, su diversidad religiosa, lingüística, cultural y étnica, representa un universo en sí mismo que tiende a permitir el resto del universo, continúa afirmando el papel fundamental que pretende desempeñar en el escenario internacional. Como repite una y otra vez el Ministro de Asuntos Exteriores Jaishankar Subrahmanyam, diputado por el Partido del Pueblo Indio (BJP), el partido político del Primer Ministro Narendra Modi: India se ha fijado la misión de convertirse en “uno de los países líderes” del planeta
La última muestra de esta ambición, el país asumió la presidencia del G20 en diciembre de 2022, cuya culminación será la celebración de una cumbre que reunirá, en septiembre, en Nueva Delhi, a los líderes de las naciones que representan más del 75 % del comercio mundial. El peso de India se ve reforzado aún más por el hecho de que se convertirá, este año, en el país más poblado del mundo -por delante de China- con más de 1.400 millones de habitantes, y que se convertirá, en 2022, en la quinta economía mundial, desbancando el antiguo colonizador británico. “Dejamos atrás a quienes nos guiaron durante doscientos cincuenta años”se regocijó, con sarcasmo, el primer ministro, Narendra Modi.
Este paso es el momento largamente esperado por el Sr. Modi, este líder popular -y populista- que encarna la omnipotencia de la derecha nacionalista hindú en el campo político. Desde finales del XXmi siglo, el ascenso continuo del BJP ha acompañado el ascenso de la India en el teatro geopolítico global. Después de volver al poder por segunda vez consecutiva durante las elecciones legislativas de 2019, el jefe de gobierno parece aún más firmemente anclado en el poder ya que el BJP está bien posicionado para navegar hacia un tercer éxito en las próximas elecciones, previstas para 2024. Narendra Modi tiene ahora la legitimidad suficiente para convencer en el exterior de la importancia de su país.
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