La NASA también financia algunos proyectos locos

La NASA también financia algunos proyectos locos
El hidroavión Titan-Air sobre los lagos de metano de Titán, el satélite más grande de Saturno (vista del artista).

El vuelo inaugural, a finales de 2022, del programa lunar Artemis -un vuelo que costó por sí solo más de 4.000 millones de dólares (3.720 millones de euros), se produjo tras numerosos reportajes y fue objeto de la colosal movilización de ingenieros y técnicos- mostró El gusto de la NASA por las superproducciones espaciales colosales, sin correr riesgos. Pero, como en el cine, la agencia americana también se permite proyectos vanguardistas de bajo presupuesto, que dan rienda suelta a los innovadores. Este es el objetivo del poco conocido programa NIAC, para «NASA Innovative Advanced Concepts», cuya cosecha 2023 se hizo público el lunes 9 de enero.

Leer también Artículo reservado para nuestros suscriptores Apolo 17: 50 años después, 2022 es un nuevo comienzo para la conquista de la Luna

Esta nueva lista, denominada “fase I”, incluye catorce estudios, realizados por departamentos de la NASA, universidades o empresas privadas. Cada líder de proyecto recibe una subvención de $175,000 y nueve meses para desarrollar su propuesta. Los más prometedores pasan a la fase II. Capaz de durar hasta dos años y financiado por una suma de $ 600,000, debería permitir a los investigadores seleccionados preparar una hoja de ruta para un mayor desarrollo.

Como suele ocurrir en el espacio, la selección es cada vez más severa y, en la fase III, solo se selecciona un candidato a uno, que recibe una dotación de 2 millones de dólares por dos años adicionales de trabajo. El objetivo de este paso final es preparar la transición del proyecto a una fase operativa, ya sea en la NASA, otra agencia gubernamental o una empresa privada.

«Increíbles nuevas misiones»

Con los estudios NIAC, con un pie frecuente en la ciencia ficción, y la añada 2023 lo confirma. Así Quinn Morley, de la empresa Planet Enterprises, desea aprovechar la densa atmósfera que posee Titán, el satélite más grande de Saturno, para volar allí un hidroavión que aterrizaría en los lagos de metano y etano líquidos de esta fría luna. para poder estudiarlos. Otra idea, entre las catorce retenidas, la de Peter Curreri, de la empresa Lunar Resources, que en el marco del regreso de los estadounidenses a la Luna y el proyecto de tener una presencia permanente allí en algún lugar cercano al Polo Sur, se baraja para tender un gasoducto allí.

En efecto, será necesario transportar el oxígeno que, producido in situ a partir del hielo lunar, será respirado en las viviendas y servirá también de comburente para los vehículos que volverán a despegar de la Luna. Tenga en cuenta también el sorprendente concepto de la investigadora Congrui Jin (Universidad de Nebraska): prevé la creación de un liquen sintético capaz de agregar el suelo marciano para fabricar materiales de construcción en el Planeta Rojo.

Te queda el 16,19% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.

Por Ilona Venegas